Si tu perro o gato pasó por una cirugía menor, como una sutura debido a una cortada o una esterilización exitosa, en cuanto despierte al 100% de la anestesia, es momento de llevarlo a casa.

 

Una vez estando despierto, debes procurar que no suba, ni baje escaleras. De preferencia lleva un kennel (transportadora), y que te ayuden a llevarlo hasta el auto o directo a casa; si no existe esta posibilidad, deberás consultar con tu veterinario, si es posible que se quede, hasta que le sea posible caminar sin riesgos ni complicaciones (un dí­a, a lo mucho dos).

 

Los perros se recuperan mucho más rápido que los humanos y lo más seguro es que al cabo de uno o dos días, tu amigo peludo esté “como si nada”. El hecho de que su ánimo mejore y tenga energí­a no quiere decir que puedas olvidarte o descartar cualquiera de las recomendaciones que te haya hecho tu veterinario.

 

Ahora bien, si la cirugía fue mayor, tu mascota puede estar apagada o triste durante un par de dí­as o incluso hasta una semana. Eso es totalmente normal, pues una cirugía es un proceso doloroso e incómodo. Si tienes niños en casa, es indispensable que comprendan que tu peludo necesita descanso y hay que parar los juegos un rato y respetar su lugar y su descanso.

 

Antes de decidir sobre una cirugí­a, asegúrate que el veterinario sea de confianza y cuente con el equipo e instalaciones adecuadas para garantizar el bienestar de tu mascota.